Los humanos del siglo XXI somos muy presuntuosos. Creemos que lo hemos descubierto ya todo.
Ahora andamos intentando conseguir ciudades y casas más habitables, más agradables y más bioclimáticas.
Recuerdo aquella mañana en Madrid, camino del CaixaForum. Unos metros antes de llegar, ya se divisaba un estupendo jardín vertical que todos los turistas, incluído yo, se apresuraban a inmortalizar con sus cámaras digitales.
Había olvidado que hacía mil años, en las casas andalusíes de la Qurtuba califal ya se había diseñado la casa con patio, con profusión de plantas. Y que si nos remontábamos a las domus romanas, incluso a las casas del siglo IV a.C. de Mesopotamia, encontraríamos cómo patio, agua y planta eran un trinomio para hacer una vivienda más acogedora, más adaptada al clima. Eso que los contemporáneos hemos dado en llamar: «más sostenible». Casas con auténticos jardines verticales
Sí. Está claro. Los humanos del siglo XXI creemos que los hemos descubierto ya todo.