No pensaba escribir sobre la última celebración del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, el Nacional. Pero como no paro de leer opiniones conformistas y complacientes, me decido finalmente a hacerlo.
En mi ayuda suena por los auriculares, Morente con su Omega. Vamos para allá.
No sé si has visto la retrasmisión del Nacional a través de Internet. Se podía seguir la Fase con opción de premio y la Gala de entrega de premios, desde el Gran Teatro de Córdoba.
Creo que la Fase de selección, desde el Teatro Góngora, no se retransmitió y si así fue, te perdiste muchas causas que explican el desastre final.
En esa fase, y en el resto del Concurso, el jurado de baile estaba formado por Rafaela Carrasco, Isabel Bayón y Farruquito. Y esta es una de la evidencias del mal otorgado premio de baile: Farruquito es primo hermano del ganador Juan Antonio Fernández Montoya, “el Barullo”.
Ignoro si en la votación de esa fase, Farruquito se abstuvo, como dicen que hizo en la Fase con opción a premio. Pero no era bastante con la abstención.
Vamos a ver ¿no hay nadie en el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) que le explique a un componente del Jurado, que no puede ser miembro del mismo, si hay relación de parentesco?
Que no es cuestión de abstenerse o de no abstenerse.
Se trata de una incompatibilidad manifiesta.
En cualquier oposición de cualquier Administración, no solo son incompatibles los miembros de tribunales que tengan relaciones de parentesco con los opositores, sino que hasta el hecho de haber sido el preparador de esa prueba es causa automática de su exclusión.
De esa manera se puede explicar que el Barullo ganase cuando es un bailaor de tablao. Un digno bailaor de tablao, pero no un bailaor ganador del Nacional de Córdoba.
Calixto Sánchez, Mayte Martín y Arcángel formaron el jurado del premio de cante. Y ese premio también tuvo miga.
Al inicio del Concurso ya me avisaron de que una persona del jurado traía dos “protegidos”: uno, Manuel de la Tolea y el otro, José Anillo.
Arcángel estuvo ausente en la actuación de Sara Salado, pero en la discusión para decidir quien sería finalista, se empleó a fondo para vetar a Sara Salado, a quien, dicen, vio en video.
Manuel de la Tolea, en mi opinión, asesinó de tal manera la soleá del Charamusco, que se cayó del palmarés y al final, de rebote, salió ganador José Anillo, el segundo protegido. Un cantaor que carece de voz (dudo que se le escuche sin micrófono, más allá de la tercera fila), pero ahí radica el gusto para alguna persona del jurado: “que no es un cantaor de pulmón, que es un cantaor barroco”. Paparruchas.
Y por último, el premio de guitarra tuvo como jurado a Víctor Monge “Serranito”, Gerardo Núñez y José Antonio Rodríguez. Un jurado que acertó en darle el premio a Francisco Antonio Prieto Tenorio “el Currito”. Y si no lo hacen yo creo que el Gran Teatro se cae a pedazos, porque la maestría, la pasión y el virtuosismo que puso en sus actuaciones, hacían presagiar el triunfo, finalmente concedido. Aunque en el público estábamos expectantes y con la mosca detrás de la oreja, para que no ocurriera como sucedió en 1980, cuando le arrebataron a su padre “el Curri”, el merecido premio.
Por lo que respecta a la Gala de entrega de premios, algunas cosas a destacar:
Es impresentable que la mayoría de los miembros del jurado no estuvieran presentes. ¿Cobraron estando ausentes?
Agradezco que Mayte Martín y Serranito estuvieran presentes y que como miembros del jurado, participaran en la entrega de premios a los finalistas.
Por cierto ¿nadie puede explicarle a Mayte Martín que no se dirige uno al público, con una mano metida en el bolsillo?.
Varios finalistas no acudieron a recoger el diploma de haber llegado hasta la fase final. El magnífico presentador, Jesús Vigorra, dijo que se lo harían llegar.
¿Les harán llegar también el cheque de 1.500 euros a cada uno? No deberían.
Nota: me consta que Agustín Carbonell Serrano “el Bola” estaba siendo padre en esos momentos. Su ausencia estaba justificada.
En definitiva un Concurso muy mediocre, que debió haber dejado desiertos los premios de cante y baile.
Es así como el Nacional no caerá tan bajo como ha caído en las últimas ediciones.
Como cordobés estoy orgulloso del IMAE. Sé que son unos grandes profesionales, pero pienso que han pecado de ingenuidad y de buena fe.
Otra recomendación, la última: no nombren para el jurado, artistas en activo, que luego pasa lo que pasa.
Por cierto ¿para cuando un premio del público?
Totalmente de acuerdo con tu buena critica hoy no hay jurados que sepan una papa y los que saben de cante no son justos como deberian de ser el premio de baile bairlado y el premio de cante cantado jjii en fin