¿EL DÍA MÁS TRISTE DEL AÑO?

El origen de cualquier estudio científico es muy heterogéneo.
A veces se trata de una convocatoria de proyectos o de un encargo institucional. Otras, surge de una conversación de café con otros colegas científicos. Incluso algunas veces delante de un vaso de whisky, surge «la chispa» y la pregunta ¿Y si…?
Ignoro que motivó a Cliff Arnall, en la Universidad de Cardiff, a plantearse cómo calcular el día más triste del año.
Por experiencia conozco que los científicos estamos especializados en observarlo todo, experimentarlo todo y en cuantificarlo y sistematizarlo todo.
Es aquello que decía el Principito de Saint-Exupéry «A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?. Pero en cambio preguntan: ¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?. Solamente con estos detalles creen conocerle».
Arnall para su propósito, elaboró una formula matemática con una serie de valores a considerar (tiempo atmosférico, deuda, tiempo que ha transcurrido desde Navidades, tiempo desde que hemos abandonado los buenos propósitos para el nuevo año, etc). Es decir, una serie de factores presentes en la mayoría de los humanos que aunque con su variabilidad individual forman parte de nuestras vidas, cada año que iniciamos.
Pero ¿y esas variables accidentales que asaltan tu vida y le dan un revolcón a la fórmula matemática de Arnall y a tí mismo/a? ¿Cómo decidir que el tercer lunes de enero es el día más triste del año? ¿Cómo cuantificar la pérdida de tu madre? ¿O que tu hijo/a tenga un accidente? ¿Que la mujer que amas te diga adiós o peor, que seas tú quien tenga que decírselo? No podemos. No sabemos.
Es más, cualquier día del año puede ser el más triste. En gran medida depende de nosotros/as. De nuestra capacidad de asimilación. De nuestra musculatura emocional.
Feliz tercer lunes del mes de enero.

P.S. Arnall siguió «trabajando» y elaboró una fórmula matemática para determinar «el día más feliz del año», pero la Universidad de Cardiff, desde entonces, no para de recordar que Arnall fue un profesor a tiempo parcial y que ya no trabaja allí. La Comunidad Científica califica este tema como «pseudociencia».

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