En los ochenta eso del medioambiente era cosa de cuatro «bichólogos», de los que apostamos, desde primera hora, por la Red de Espacios Protegidos de Andalucía, cuando la RENPA no tenía ni nombre y de los que a finales de esa década ya estábamos preocupados por el Cambio Climático, que todos negaban o infravaloraban (Luego todo el mundo se hizo medioambientalista, menos el primo tonto del primo de Rajoy).
Desde nuestra militancia, conseguimos una Sanidad universal y una Educación pública, gratuita y obligatoria. Aprobamos el matrimonio igualitario y cuidamos como nunca antes se había hecho de los más débiles, los/as dependientes. Creamos las pensiones nocontributivas y acogimos a los inmigrantes, con papeles o sin ellos. Abandonamos guerras injustas y despenalizamos el aborto. Aprobamos la igualdad entre hombres y mujeres e implantamos la ley contra la violencia de género. Y costó trabajo pero terminamos con la banda terrorista ETA.
Todos los derechos y libertades en España, llevan el sello del PSOE.
En los 80 para intentar insultarnos, nos llamaban sandías. Decían que eramos verdes por fuera y rojos por dentro.
Y lo seguimos siendo.