Tengo una amiga periodista que cuando yo me indignaba viendo las cosas que leía en el periódico, siempre me decía: «Pepe, el papel lo soporta casi todo«.

Y así será. El papel lo soporta casi todo. Y yo añado: y ahora las pantallas de nuestros smartphones y nuestros ordenadores.

Vivimos en una época en la que pululan los miserables, en la que a las mentiras las llaman la «postverdad«, en la que admitimos ruedas de prensa desde pantallas de plasma, en la que difundir las atrocidades que hacen los bellacos es «darles publicidad» y mantener un silencio cómplice es hacer lo correcto.

Ayer, 10 de mayo de 2019, falleció Alfredo Pérez Rubalcaba, exVicepresidente del Gobierno de España y un gran socialista.

Desde toda España hubo muestras de dolor y desde el Fascismo, da igual que fuera de izquierda o de derecha, vomitaron basura en Twitter.

Publiqué una copia de esa basura en mi cuenta de Facebook y entonces aparecieron ellos y ellas, los y las buenistas.

Abrigados/as en lo que es supuesta y políticamente correcto, los/las buenistas criticaron que no había que darles publicidad, que era seguir su juego, que había que respetar y no sé cuantas frases hechas, oídas en una mala tertulia televisiva.

¿Qué hacer cuando la violencia machista asesina a mujeres? ¿Qué hacer cuando el partido fascista VOX empieza a imponer sus pretensiones al gobierno de la Junta de Andalucía?

¿Callamos y participamos como cómplices extendiendo un manto de silencio o informamos de lo que está ocurriendo? ¿Seremos como los fascistas por estar informando de lo que hacen los fascistas?

Cada día que pasa tengo más miedo. Cada día que pasa tengo más miedo del buenísmo.

Vivimos en una época de miserables.